Capitulo 4 - Dime que me quieres.

Después de media hora, nos encontrámos en el centro de mi ciudad; delante de Hollister, sé que mi madre me mata si supiera que soy capaz de gastarme más de quinientos dólares en ropa de esa marca; la cuestión es solo de... Vestir Hollister, vestir guay.

-Bueno, entremos- dice Martha.

Entramos por esas puertas de madera "Lo que me gusta de esta tienda es la decoración... Y los dependientes." pienso.

-Amanda, ¡Mira!- Me dice Carrie.

Lleva entre las manos un precioso vestido de palabra de honor azul marino con lunares blancos y que llevaba un lazito debajo del pecho.

-Me encanta... -Suspiro. -Precio.
-69.90 dólares- me contesta.
-Eso te lo compras seguro- dice Martha.
-Pues sí, me lo llevo. -Cojo la percha que lleva entre las manos Carrie y me giro.

Carrie y Martha se rien, y yo saco una tímida sonrisa que nadie me ve. Excepto una persona.

Me está mirando desde un sillón de "piel" con esos penetrantes ojos azules; es un chico castaño, con pelo a lo Jistin Bieber, tiene ojos azules, labios finos y unas orejas perfectas.

"Oh Dios" pienso.

El chico me hace un gesto para que vaya hasta donde está él. Voy.

-¿Cómo te llamas?
-Amanda. ¿Y tú?
- Ya lo descubrirás.
Suelto una risilla y contesto: -No va, ¿Cómo te llamas?
-Hagamos un trato; yo te digo mi nombre si tú me dices una cosa.
-¿Qué cosa?
-Dime que me quieres.

Y sus labios se abalanzan sobre los míos.