Capitulo 7 - La popularidad no es mi fuerte




Fui a clase de mates y salí bastante feliz; demasiado, diría yo.

-Esta noche -asiento- celebraremos tu cumplaños.
-Es mañana.
-Por eso, a las doce te felicitaré.
-Si -contesto.

Ya son las diez y media; así que me he puesto una camisa blanca con unos pantalones negros, lo tacones que compré el otro día y unos pendientes. Llevo pintalabios color rojo y la raya. Con este maquillaje voy radiante.

Mi madre me llama diciéndome que baje, que quiere hablar conmigo.

-Hija, así nos enamoramos tu padre y yo; si es amor, es amor.
-Sí mamá.
-Y utiliza protección.
-¡Mamá! ¡No pienso estrenarme hasta los dieciocho!
-Que los cumples mañana.
-¡Mamá!

Suena el cláxon de una moto desde la calle.

-Ahí está Sebastian.
-Ya sabes.
-Sí mamá...

Salgo por la puerta y me veo a Sebastian en una moto. Una Harley.

-Me encantan estas motos.
-A mi me encantas tú.
-Y ya sabes como lo demostrastes...
-Súbete.
-Nunca he ido en moto.
-Siempre hay una primera vez para todo -me señala el asiento de detrás y dice-. Ven, que te ayudo.

Le obedezco y me dice:
-Cogete de mi -le cojo bastante fuerte por debajo de las axilas-. No, ahí no -me coge las manos muy suavemente y me las coloca por la cintura-. ¿Mejor?
-Sí.

Vamos en moto unos diez minutos y dice:
-Ya estamos.
-Al fin -digo mientras bajo de la moto.
-De nada.

Entramos por la valla del jardín; esa fiesta es impresionante; jardín, piscina, hinchables, DJ...

Entro en la multitud y empiezo a bailar; cuando me encuentro a Sidney Brienen en la piscina dándose el lote con un chico universitario.

Salgo de esa bulla de gente y voy a la cocina a por algo de beber; como no, solo hay que alcohol...

-¿Qué quieres Amanda? -oigo.

No me lo creo, Josh, está en la fiesta.

-¿Qué haces aquí? -pregunto.
-Ser jugador de fútbol tiene su mérito.
-Claro.
-Ten esto, no preguntes qué es.
-Claro, dame.

Y me da una pastilla; me la meto en la boca, cojo whisky y me lo trago.

-¿Qué era?
-Éxtasis.
-¿¡Me has drogado?!
-Si; así lo estaremos los dos.
-Jaja, que gracioso -contesto con sarcasmo.
-¿Hacemos hoy lo de los chupitos en el cuello?
-¿Cuándo?
-Ahora.
-Por mi vale.

Cojo un limón y se lo restriego por el cuello, le digo:
-Póntelo en la boca -mientras le doy el limón y él obedece.
Cojo otro limón y se lo restriego por el ombligo.
-Tú vas muy atrevida -dice Josh mientras ríe con el limón en la mano.
-Lo que tiene la droga. Y metete el limón en la boca.
Y me agacho.
Empiezo a chupar la acidez del limón que le he restregrado por el ombligo. Cuando ya he acabado; hago lo mismo por su cuello. Y, al final llega la boca; chupo el limón mientras sus labios se besan con los míos; pero para; coge el limón y lo tira al suelo. Y me besa; con lengua.

Es asqueroso, por favor, lo peor que he hecho en mi vida, hasta que separo los labios y digo:
-Solo besos.
-Acompañame.
Y le sigo.
Vamos a una habitación; pero nos encontramos con Lilly James fornicando con un chico de mas o menos cinco años mayor que él. Y después, encontramos la habitación de los padres vacía.
-¿Qué quieres?
-¿Que crees? -responde.
-¿No vamos muy rápido?
-No -contesta.

Y me coge del brazo y me lleva a la cama. Me quito los tacones y empieza a quitarme la cremallera de detrás cuando dice:
-¿Sin amigas?
-Sin amigas -respondo.
Y me quita la camisa. Yo le quito botón a botón de su camisa y se la quito. Dudo un poco de quitarle los pantalones; pero él no.

Me quita el botón y yo a él. Me baja los pantalones; hago lo mismo, y empieza a desabrocharme la hebilla del sujetador cuando digo:
-Esto es demasiado, y no tenemos protección.
-Eso lo dirás tú -y va a la mesilla de noche que hay al lado de la cama y saca preservativos -. ¿Esto qué es?
-No; de verdad; no podemos.
-Sí.
-No.
-Sí.

Y esa fue la última palabra.

* * *
Estuvimos en esa habitación una media hora y salimos; yo sin sujetador.

-Esta droga me encanta. Me voy a beber -le digo a Josh.

Voy a la cocina y cojo una cerveza y salgo al jardín a bailar un poco. Me subo a unos tipos de tarimas cuadradas y empiezo a bailar y a bailar...

Y aparece Josh diciéndome si me quería bañar.

-No sé -digo-. Pone que solo chicas desnudas; y no quiero que nadie me vea.
-No hace falta que te quites nada, tranquila.

Me coge en a dos brazos igual que en las pelis cuando salen de una boda recién casados y me tira a la piscina aun cogiéndome.

-Bésame -le digo.

Y me besa; y bajo debajo de la piscina, besándome bajo el agua.

Vamos al bordillo; donde me hace sentarme para besarme; cuando Sebastian me coge de los hombros.
-Nos tenemos que ir -dice-; viene la poli.
-Vale; vamos.

Vamos a por la moto y nos subimos y nos marchamos cagando leches.

Pero no me lleva a casa; sino a un descampado en el que se podían ver las luces de la ciudad.

-Este sitio lo llamo "El Mirador"; vengo aquí cuando me deprimo -dice Sebastian.
-La gente popular también se deprime ¿Eh?
-¿Tú no te deprimes?
-No.
-¿Por qué?
-Porque no soy popular.
-Amanda; tú si eres popular, y mucho.

Y me besa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario