Capítulo 9 - La prima rubia




Me subo a la "furgo" y me siento en el asiento delantero, hay una chica rubia guapísima de conductora.


-Hola -digo.
-Hola amor, ¿Cómo te llamas? -Me mira, sonríe y grita- ¿¡Ya puedo arrancar?!
-Sí -contesta Mona McDonna.
-Me llamo Amanda Patil Collins ¿Y tú?
-Ya lo descubrirás -se mira al retrovisor, se mira los labios, me mira a través del espejo y se gira hacia mí-. Es coña, yo me llamo Erika Klett Jocks.
-¿Igual que Martha Jocks?
-Vaya, mi prima se ha hecho famosa -dice sonriendo pitando al del coche de delante. Río.
-No, jaja, es mi mejor amiga.
-¿A que clase vas?
-A la de tu prima ¿Por?
-Ya nos veremos; yo voy a A.
-Ah, chachi -digo asintiendo.
-Primera parada; casa de Amanda Patil.
-Gracias por traerme.
-De nada amor, hasta el lunes -cierro la puerta y me voy hacia mi casa.

Miro el reloj, son las 2:16, así que meto la llave dentro de la cerradura y rezo por no hacer ruido y no despertar a nadie. Abro la puerta, enciendo la luz del salón (mi familia duerme arriba) y me giro.
-¡Sorpresa! -oigo.

Me quedo paralizada al ver a todos mis vecinos y familiares en mi salón, todos tan sobríos y yo colocada y boracha. Perfecto.

-Me voy a dormir, disfrutad de la fiesta -suelto.

Es lo único que se me ocurre... ¿Cómo huyo? Subo las escaleras, voy a mi habitación, me quito los tacones y la ropa y me pongo un pijama.
Paso los dedos por los tejidos de la cama y me tumbo. A los tres minutos ya ronco como un tronco.

A la mañana siguiente me despierto y bajo a por el desayuno.

-Felicidades princesa -me dice mi madre mientras me da un abrazo -. Pero lo de ayer estuvo muy mal.
-Mamá, iba borracha.
-Ah, entonces lo entiendo.
-¿Y Lucy?
-Durmiendo.
-Bien.

Voy a la mesa de madera y cojo galletas y las mojo con leche.

-Manjar de dioses -pienso.

Me acabo todo el paquete de galletas y voy arriba otra vez. Me limpio los dientes, me ducho y me voy a mi habitación a cambiarme. Me pongo un vestido, tacones, cojo una cartera y me maquillo. Me peino haciéndome tirabuzones y ya está.
Bajo las escaleras y le digo a mi madre:
-Mamá, me voy.
-¿A dónde?
-Al centro comercial.
-¿Con quién?
-Sola.
-No te gastes más de trescientos, que el otro día te pasaste.
-Si mamá...

Voy fuera y me subo a Gin (apodo para mi coche, un mini), pongo las llaves y arranco.

Tardo diez minutos en llegar allí.

Cuando llego aparco en el garaje y entro en Houston, que es el nombre del centro comercial.

Lo primero que hago es ir al centro de estética a hacerme las uñas, me las pinto color aguamarina, igual que el vestido, pero con los bordes dorados, como la cartera. Pago y me salgo, aun me quedan 280$, así, que por fin, como había deseado durante dos años, me compro unas Ray•Ban. Ahí si que me queda poco dinero, solo 120$, así que voy a la peluquería.

Me cortan un poco las puntas, me ponen mechas californianas y me vuelven a hacer los tirabuzones que me habían quitado, ahora solo me quedan 80$, así que me lo gasto en ropa, tabaco, y comida. Pero, como soy como soy, me dejo 20$ y voy a la librería a comprarme algún libro, de lectura.

Entro en la librería y veo un libro con la solapa de cuero, que en el lomo describe unas letras: "Jingina".
Voy hacia él y toco la solapa; tiene una cerradura, lo cojo y voy al mostrador.

-Me lo llevo -digo decidida.
-¿De verdad? -una chica está de espaldas hacia mi, se gira -Ah, hola Amanda.

Ahí está, Erika, la prima de Martha.

-Hola Erika -sonrio- ¿Cómo es que estás aquí?
-Trabajo para conseguir dinero para comprarme cosas y eso... ¿Qué querías?
-Este libro.
-No creo que cuando te diga el precio te lo lleves, vale 120$
-¡¡120$!!
-Sí, yo también me quedo... ¿What? (Significa QUÉ)
-Jaja -rio-. No, no me lo llevo; pero, ¿Cuál me recomiendas?
-Hay uno muy chulo, tiene ya bastante tiempo, me lo he leído y está bastante bien.
-¿Cuál y cuánto?
-Se llama "Los diarios de Carrie" y vale... 22'46$. Es el anterior de "Sexo en Nueva York"
-Ah, tengo un problema, solo llevo 20$.
-No pasa nada, ¿Llevas tarjeta de crédito?
-Tampoco.
-Pues ya te lo pago yo -dice una voz desde el fondo.
-¡Josh! ¿Qué haces aquí?
-Comprar unos libros para mi hermano, ¿Tú?
-Pasar a comprar algo, para cuando me aburra.
-Guay -y me pega un beso.
-Espera, ¿Qué os conocéis? -dice Erika
-Sí -contesto-. Somos novios -y miro a Erika a los ojos.
-Ah, eso lo explica todo -y sonrie.
-Bueno preciosa, ¿Cuánto te pago?
-Josh, no hace falta, me compro otro.
-Que sí, que insisto
-Dos con cuarenta y cinco -suelta Erika.
-¡Erika!
-Solo ayudo.
-Pues toma -Josh pone dos con cuarenta dólares en el mostrador.
-Mira que eres cabezota -contesto.
-Es una de mis grandes cualidades.

Pongo mis veinte dólares después sobre el mostrador y Erika me da una bolsa con un libro dentro.
-Gracias -digo con sorna.
-De nada amor -y suelta una risilla.





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